
¡Hola a todos!
Mi nombre es Roberto López, el autonombrado The Noobster.
Y esta es una crónica de cómo fue mi día en el que me convertí en el nuevo Campeón Nacional Mitos y Leyendas.
Este viaje, esta aventura, no empezó este viernes 23 de Septiembre, sino días atrás, semanas atrás, de hecho podemos volver atrás el tiempo mucho, mucho antes.
Muchos creen que yo soy poblano, pero la realidad es que nací en Pachuca, Hidalgo, aun que Puebla esta en mi corazón. Este comentario es necesario para explicar que en las vacaciones de la universidad, regrese a Pachuca y pues prácticamente me desconecto del mundo de Mitos y Leyendas. Esas vacaciones asistí al lanzamiento de Katana y al CCC de tercias, logrando entrar al Campeón de Campeones. Pero esta aventura no comienza hasta el mismo día en que regrese a clases a Puebla, ese día en una convención de comics mis amigos me hablaron y me consiguieron la carta que todo mundo va a decir que me dio el gane: Tsukuyomi.
Cabe hacer el paréntesis de que, yo en lo personal, no estaba de acuerdo con la introducción del formato Nuevo Imperio, me parecía una medida innecesaria. Ahora me doy cuenta que de otro modo, muy pocos se hubieran arriesgado a hacer mazos como los que vimos en el nacional.
Ese mismo día salio Piratas y con esta expansión las cartas que acompletarían un mazo que llevaba planeando todas las vacaciones.
Ese mismo día mis amigos me consiguieron la Pirata Sexy-Sp y me prestaron la Trípoli-Sp. Y así fue como nació el mazo que con cariño nombre Luz de Luna. Fueron semanas de testeo, de analizar como ganarle tanto a un tótem como a un agro sin meterle cartas adicionales, de pensar y crear combos y preguntar al Oráculo la valides de los mismos.
Así pasaron los días, hasta llegar al día 23 de Septiembre. Que déjenme decirles, que es un numero mágico para mi. Desde muy chico ese numero me ha seguido. Pues no sólo es el numero que usaba Jordan en los Toros de Chicago sino que también multiplicado por 4 da 92 y el 9 y el 2 son mis números. Siendo el torneo el día 23 del mes 9, me dio buen augurio. Mi vida gira alrededor de esos números. El numero de mi casa suma 9, antes vivía en el 209, mi teléfono tenia 3 tres que sumaban 9 y también tenia un dos, una de mis hermanas nació el 2 del mes 9 y mi otra hermanita el día 23, pero de Octubre. Yo nací el 18, sumamos 1 y 8 y da 9.
Así que no podía ser mas claro para mi.
Mi día comenzó a las cinco de la mañana, me aliste desde la noche del día anterior así que sólo tome un baño para iniciar bien el día, tome mis cosas y me dirigí por mi amigo Isaac. De allí nos fuimos a la estación de autobuses de Puebla, alias la CAPU, donde me reuní con mis demás amigos. Salimos a la Capital de la Republica a las siete de la mañana. Llegamos al lugar del evento a eso de las 9 y fracción. Nos registramos y pues las rondas comenzaron, siete rondas de 40 minutos cada una. Sin duda me esperaba un largo día.
Los primeros pareos aparecieron. El destino de nuevo. Mesa 23, la primera del día, por mi mente pasaba, no esta mal es tu primer ronda. El resultado 2-0. Para ser honestos fue tan rápido o tanta la emoción que no me acuerdo de que era el mazo de mi oponente, perdón si eso lo ofende. Ascendí a la mesa 17, seguí pensando, puedo subir, 2-0 fue el resultado. En la tercer ronda, mesa 4, un mazo tótem, igualmente 2-1. En la cuarta ronda, de nueva cuenta mesa 4, un mazo tótem me esperaba, otros 2-1. Después en la quinta ronda, mesa 1, el oponente PummpyBrother, uno de los oponentes de mejor clase al que me he enfrentado, su mazo, uno de los pocos, o mas bien el único, que tenia asegurado un gane, el mazo agro tenebris. En el primer encuentro lo perdí, un error, y me costo el duelo, el segundo fue para mi, y el tercero otro descuido de mi parte y la victoria se me escapo. Me regresaron a la mesa 3, me esperaba el Lic, un mirror match muy parejo, 2-1 el resultado. Subi a la mesa 2 en la ultima ronda, mi oponente el Will, un mirror match. Pero no lo jugamos, lo empatamos. Como un acuerdo para descansar antes de las eliminatorias y comer algo para aguantar lo que venia. Regresamos y después de un rato, nos anunciaron el duelo seria entre nosotros dos. El primer duelo me lo gano con un Tsuku en primera mano, no tuve lo suficiente para llevármelo del campo y lo cedí, el segundo lo gane, destruyendo su oro con go, el intento lo mismo pero cancele con sueño del vació, una jugada que me aseguro que mis yoshimitsus buscaran lo necesario para acabar al mazo castillo oponente. El tercero fue un duelo rápido donde Will cayo en errores que no fueron perdonados y me termino cediéndome el juego. Diciéndome que ganara para que mínimo presumiera que perdió contra el Campeón Nacional.
La semifinal, fue muy, muy dura. El oponente el Cheru, que el año pasado había sacado a mi amigo Toño del Top 8. El primer duelo fue para mi, el segundo para el y el tercero fue el más difícil de todos. Fue un duelo largo, en el que el Cheru no desistió en ningún momento. Pero que a final de cuentas gane. ¡Ya estaba en la final! La emoción me conmovía, pero no podía dejar que se apoderara de mi, aun quedaba el duelo que haría valer la pena todo el tiempo pasado y futuro. Santiago, vaya que oponente, que estrategia, era un mazo que no esperaba y que nunca había visto. El primer duelo de la final fue una victoria segura para Santiago, cedí para avanzar al otro, sabia que yo tendría la ventaja al comenzar el duelo. Y pues una armada de aliados controlando el campo, la mano destruyo el mazo de Santi, que para ese entonces habíamos acordado llamarle de chile, limón y manteca. Pues traía un revoltijo de razas que era digno de sorprender. Asesinos, defensores, caballeros y un heroe, pero que heroe, ni mas ni memos Minamoto no Yoritomo, el heroe más grande del japon feudal.
Santiago empezó, jugando dos de los asesinos que buscan dos en un mazo y las remueven, bajo una Nintu y otro de asesino, me removió 4 cartas y me anulo mi Trípoli-Sp. Me había puesto contra la pared, dejándome en mazo solo una Sp, le Gaita, por mucho el oro del éxito. Yo comencé a jugar como acostumbraba, pues por obstinado que parezca, así estaba acostumbrado, pues aca en Puebla jugaban mucho ese aliado y ya estaba acostumbrado a jugar sin mi UR. El juego llego a muchos niveles, la diferencia es que mis aliados en juego tenían habilidades útiles dentro del campo y no solo disparadas como los de Santiago. Así comencé a ciclar el mazo; una y otra vez anulaba o cancelaba lo que mi oponente me hacia, llegando a acabarse su mazo.
Aun recuerdo como es que después de su ultimo ataque robó una carta, la ultima del mazo, la victoria era mía. Me había convertido en el Campeón Nacional 2007, pero también había demostrado que el mazo era fuerte en más de un sentido y con más de una estrategia de por medio.
Gracias totales.
Roberto López (The Noobster) Campeón Nacional: Mitos y Leyendas 2007